sábado, 7 de mayo de 2016

Recolección de personajes III {Sebastian Hörg}

Hola mis pequeños amigos y amigas. 

Estoy segura de que se habrán percatado de nuestra larga ausencia. No tenemos excusa. ¡Qué poco profesional es mi equipo! Y yo la primera. Sin embargo, no tienen de qué preocuparse, porque Mr Murmurador ya se ha encargado de echarnos una buena reprimenda... No volverá a pasar. ¡Lo prometo! Si tenemos que volver a ausentarnos de la ciudad, les avisaremos.

Y bueno, podría contaros la razón de nuestro viaje. Podría describiros cada uno de los mágicos lugares que visitamos y los recuerdos que se nos han grabado a fuego en la memoria. Ay, podría contaros tantas cosas... Pero este periódico no recoge las noticias de países lejanos. No, señor. Nosotros escribimos sobre las novedades que ocurren en la ciudad que nunca duerme. ¡Así que allá vamos!

En esta ocasión vamos a centrarnos en el casi milenario Sebastian Hörg. Estoy segura de que a más de uno les sonará ese apellido... Apuesto a que muchos, como yo, son clientes habituales de su chocolatería. ¡Cómo para no serlo! Pociones y artículos mágicos de calidad puedes encontrarlos en cualquier sitio, pero... ¿dónde vas a encontrar eso mismo y CHOCOLATE en el MISMO local? ¿Eh? ¿DÓNDE? Bueno, aunque aquí no vengo a hablar de las delicias que vende -aunque podría escribir un artículo entero dedicado solo a su tarta de tres chocolate si el jefe me dejara-, solo voy a aclarar que el sitio vale la pena y que lo recomiendo.

El caso es que se trata de un hombre de mundo... y de faldas. Oh, sí, no hay más que ver la extensa progenie que ha dejado tras de sí. Queda más que claro que a Sebastian le gustaba esparcir su semilla allí por donde iba. Sin embargo, pese a ser un hombre de mirada clara y sonrisa bondadosa, no parece haber sido un buen padre, porque la mayoría de sus descendientes lo buscan en pos de venganza. En New York residen, ahora mismo 2 hijos y 1 nieta -que nosotros sepamos, claro- y todos, repito, TODOS sienten antipatía por él. Un poco sospechoso me parece. ¿Tan malo es ese hombre que atiende detrás del mostrador de esa magnífica chocolatería? Quizás debería ir a preguntarle directamente -y de paso tomarme unos dulces-, o puede que le sugiera a Kevin que le haga una entrevista -y de paso pedirle que me compre unos dulces-.

Bueno, en cualquier caso, les voy a contar brevemente lo que he podido averiguar de la estirpe Hörg.

Por un lado tenemos a Medea, la nieta. Según tengo entendido, Sebastian dejó embarazada a su abuela para luego abandonarla. Entonces, sus padres la echaron de casa y tuvo que salir adelante sola, sin ninguna clase de apoyo. De hecho, quedó tan trastornada, que muchos años después, acabó suicidándose. Puede que la joven culpe a su abuelo por la infelicidad de su abuela, a la que nunca llegó a conocer. Sin embargo, antes de pasar con el resto de los Hörg, debo destacar que la he visto en compañía de un joven muy sospechoso. Como periodista que soy, estoy acostumbrada a ser sigilosa y a seguir a la gente sin que se de cuenta, de manera que no he podido evitar darme cuenta de que este muchacho es como su sombra. En cuanto cae la noche, y si uno sabe fijarse, podrá verlo, escondido, a muy pocos pasos de ella. ¿En qué lío se habrá metido esta muchacha? ¿Por qué la sigue este Hijo de Caín? ¿Quién es él? No les quitaré los ojos de encima, a ninguno de los dos. 
Después tenemos a dos hijos por parte de Sebastian. George es el mayor y Mikaela la pequeña, pero claro que, no tienen la misma madre.
George tiene metido en su cabeza que es un bastardo porque nuestro querido brujo lo abandono y su madre nunca le puso el apellido de su padre. Y todas esas batallas y guerras que nos encontramos en los libros de historia, él los ha vivido, osea que tiene que tener bastante experiencia en la vida. Aunque teniendo casi 400 años es normal, ¿no? La razón de que merodee por la ciudad es que ha dado con el paradero de su padre biológico. ¿Dará con él?
Mikaela es otra historia. Vivió con su madre hasta que una señora la sacó de su casa y la acogió. Pero la felicidad no duró mucho. Los hijos de esta mujer no la querían y conforme la atacaban, iban muriendo, por ello la comenzaron a tratar como un animal. Es un poco feo esto, ¿no? Bueno, a lo que vamos. Mikaela Aprendió de una mujer que conoció en una taberna cuando escapó de la casa de esta familia y descubrió su naturaleza. Parece que aún se siente perdida y por ello, cuando averiguó el paradero de su padre, decidió ir a buscarlo.
Y eso es todo chicos, siento no poder otorgarles más información, pero es lo poco que he podido conseguir. Los veo en la próxima entrega porque el jefe ya no va a permitir que nos retrasemos más.


P.D.: Si alguien se quedó con curiosidad, puedo contarle la razón de nuestro viaje si me invita a un café.