sábado, 18 de junio de 2016

Novedades del Submundo I // Concurso de adaptaciones

¡Buenas damas, caballeros, seres mágicos y unicornios que corretean por el bosque! ¿Me echaban de menos? No hace falta que respondan… ¡yo sé que sí!

En esta ocasión vengo con un propósito muy distinto. Al contrario que en mi primera entrada, no he venido para colmaros con útiles consejos que les ayudarán en la vida diaria… No, eso tendrá que esperar -aunque tranquilos, que no me demoraré mucho, porque tengo miles de ideas en la cabeza-, porque hoy he decidido escribiros sobre unas novedad digna de mención.

Como muchos sabréis, se organizó en el foro un concurso, cuyo objetivo era retar a los participantes a que escribieran una adaptación de una novela, obra de teatro, canción, película… ¡De lo que prefirieran! Y una vez escritos, los encargados de elegir al ganador serían ustedes, queridos lectores. Y bien… ¡parecen ya han hablado! Los resultados ya se publicaron, y yo no podía tardar en hacerme eco de la noticia, ¡como comprenderán!

Admito que me ha hecho especial ilusión cubrir este concurso, pues he disfrutado mucho leyendo los relatos de los participantes. Además, yo también me animé a votar, pero no les diré a quién. ¡Me debo a mi profesionalidad! Así que no sean pillines, y no pierdan tiempo preguntando. No pienso irme de la lengua. Aunque quizás con un par de cervezas…

Bien, pues sin más dilación, comienzo con la reseña.

El tercer puesto lo obtuvo la señorita Sarah Wolff, con su adaptación de “El Principito”, la novela corta de Antoine de Sait-Exupéry. La brujita tituló su relato “La princesita”, ya que en su adaptación ella desempeñaba el papel del pequeño habitante del asteroide B 612. La voz del narrador se encargaba de narrar su encuentro con la susodicha Princesita. Una pequeña de cabellos rubios y ojos inocentes reta las dotes artísticas de un periodista -traumatizado desde la infancia con sus dibujos incomprendidos, si me permiten añadir-, pidiéndole que le dibuje un gatito pequeño. Este relato emula el pasaje más inocente de la novela, y les animamos a que lo lean. Dejo el link aquí.

La dama de honor de este concurso ha sido la dulce Noah Sewell, con la adaptación de la canción Enchanted de su pb, Taylor Swift. Déjenme añadir, si me permiten, que dicha elección me ha parecido muy acertada. Explico el por qué: su user supo elegir un pb acorde con la personalidad del personaje, pero dándole toques originales que impidan a uno pensar que el personaje no es sino una mera imitación del pb. Esto le permite a la personita que hay detrás de la pantalla elegir canciones de Taylor y que peguen a la perfección con la situación de Noah, y que yo sea capaz de teletransportarme por completo a la escena mientras escucho la canción de fondo. Creo que estoy empezando a divagar, pero es que ha sido un gran acierto y creo que yo, como periodista, tengo que reconocerselo. En cuanto al relato en sí, nos encontramos ante una sencilla historia de amor que pretende contarnos, sin pretensiones, cómo dos jóvenes, Noah y Nick, se conocen y conectan al instante, dando pie a un bonito romance. A veces es más acertado elegir algo simple y elegante, tal y como ha demostrado Noah, que algo enrevesado para destacar. El resultado es inmejorable. No es por nada, pero Alina y Nathalie se están peleando para ver quién escribe sobre los tortolitos. Este relato ha terminado por alimentar su sangre fangirling. Además, tengo entendido que Sarah tiene una estrecha relación con Nick, así que no me extrañaría nada que la mencionaran a ella también. Yo por mi parte, no me meto en estas cosas. Así que para saber más, estén atentos a las publicaciones de mis compañeras.

Y por último, les voy a hablar sobre el relato ganador, Drácula is here. Seguro que no adivinan de qué es la adaptación, ¿cierto? En este caso, William O Donell desempeña el rol del famoso Conde Drácula, demostrando, sin embargo, una actitud muy distinta. En el caso del irlandés, él no habita en su casa, sino que se dedica a vagar errante de un lado para otro, al contrario que el Conde. William demuestra tener una actitud más pasota, sin preocuparse ni un ápice por la integridad de su huésped. En la afamada novela de Bram Stoker, cuando las Tres Hermanas amenazan la vida de Jonathan, él interviene, ofreciéndoles la vida de un niño a cambio de la del hombre. Sin embargo, en este caso, William no intercede por Abel. Baraja las posibilidades de llevar a buen término sus asuntos legales en ausencia del abogado, y al percatarse de que igualmente podría conseguir lo que quería, decide seguir a rajatabla sus principios: no inmiscuirse en asuntos ajenos. Al fin y al cabo, si lo salvaba… ¿realmente sería “el bueno”? Sí, lo sería para Abel, pero no para las Tres Hermanas. A ellas les estaría negando el alimento que tanto necesitaban, ya que todavía faltaban horas para que pudieran salir de caza. No le gustaba jugar a ser Dios y no tenía intención de alterar el destino de nadie. Así que, simplemente, no hizo nada.

Bueno, hasta aquí la entrada de hoy. Espero que les haya gustado y si aún no han leído los relatos… ¿a qué esperan?

¡Hasta la próxima!